Sucedió que se terminó el vino preparado para la boda, y se quedaron sin vino. Entonces la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino»
Las Bodas de Canaán (Lora, Lora del Río en castizo)
Habiendo abandonado Pepe, María y Txus Utrera, acontenció que por aquellos días se celebraba la boda de una prima segunda por parte de madre de María en Lora, en Lora del Río, por lo que decidieron acudir a ella, más que nada, porque ya arrastraban mas hambre que un lagarto detrás de una pita, o que un caracol en un espejo, que de ambas maneras es plausible decirlo. Pues se colaron en el banquete alegando afinidad familiar con la novia, y aunque todo el mundo se quedó un tanto desconcertado por que no eran parientes próximos y por ende conocidos, decidieron admitirlos en pos de la tradicional hospitalidad andaluza que es norma por estos lares.
Como en toda boda que se precie había jamón, queso y lomo, todo ello regado con exquisito caldo de la denominación de origen Montilla Moriles. Pero, hete aquí que María habiéndose levantado de la mesa para ir al aseo de señoras, para desalojar de su vejiga los mas de dos litros de fino que llevaba ingeridos, oyó decir a los anfitriones: «Joé, Manué, como empinan el codo esta gente, nos quedan solo dos botellas de vino, y no se «jartan». María, muy preocupada por oírlo, ya que había cogido el «puntillo» con la ingesta de tres botellitas de «Tío Pepe», y había decidido llevar esta situación el extremo de «cogorza», viendo peligrar el suministro del dorado liquido, corrió a contarserlo a Txus, diciéndole: «Quiyo, que se acaba el kalimotxo, a ver que carajo hasemos».
Txus, que también andaba ya medio pedo, se puso a discurrir algún modo de que la fiesta no acabase, y no faltase vino. Así pues, fue comensal por comensal pidiendo por caridad dos eurillos al objeto de poder sacar un billete de tren para regresar a Utrera. Cuando hubo recolectado lo suficiente fue al Carrefour de Lora, de Lora del Río, y adquirió 50 tetra briks de Don Simón, llevándolo a los anfitriones les dijo: «Tomad mezclad el vino con una parte de agua, y a seguir la juerga». De este modo Txus salvó la celebración de la boda, fue más querido y aceptado por los invitados, y el «botellón» acabó a las tantas de la madrugada.
El milagro de los peces y los panes.
Andaba Txus paseando por el campo, con su «camarilla», doce «chaveas» sin oficio, ni beneficio, la mayoría de ellos inmigrantes marroquíes que habían acabado la campaña de recogida de la fresa en Lepe, cuando encontraron en un altozano de la campiña una excursión del INSERSO, que habían parado a realizar el control de avituallamiento, vamos a almorzar en plan menos fino. Txus y su panda que arrastraban hambre de tres días se acercaron a ver lo que podían obtener de la buena voluntad de los allí presentes. Acercaronse al guía que comandaba la expedición y Txus le dijo: «Jefe, bienaventurados los que dan de comer, porque ellos quitaran el hambre a los esmayaos(1), vamos, que si nos puede dar algo que llevarnos al estomago, que tenemos más «jambre» que el que se perdió en la isla «, a lo que contestó el guía: «»Pos» eso «mesmo» estaba yo pensando, que a ver si ustedes llevabais algo, porque con las prisas, al salir del Hotel he olvidado echar las bolsas de los bocadillos, y estos no esperan más, y yo me veo de patitas en la calle». Txus, que tenía un corazón de oro, aunque el no fuera consciente de ello, y mejor asi porque si no lo hubiera empeñado en el Monte de Piedad, se fue hacia Juan y le dijo: «Menda, ya estas aflojando los 100€, que te han dado en la fresa y te vas al Lidl, a comprar unas latas de sardinas y unas baguettes para esta peña, ya compraremos «costo»(2) en otra ocasión». Y así fue como Txus dio de comer a los 50 excursionistas del INSERSO.
La Resurrección de Lázaro.
Ya andaban por aquel entonces de boca en boca las andanzas y aventuras de Txus y su panda por estos lares, cuando llegaron a Sevilla, allá por Abril para visitar su afamada feria, llegados a la Portada del recinto ferial y cuando se las veían más felices porque llevaban invitación para la caseta de la «Hermandad del Palaustre y el saco de cemento», fueron abordados por Marta y María, dos mozas de buen ver, a las que Txus conoció cuando vivía en Utrera, y con las que, según el acerbo popular, y repito, segú el acerbo popular, vamos las malas lenguas del pueblo, había tenido Txus algun que otro «rocecillo». Llegando a Txus Marta le dijo: «Txus, ojala hubieras venido antes, mi hermano Lázaro yace tendido en el suelo, sin responder a ningún estimulo extracorporeo», (Marta era una chica instruida, había estudiado en la Universidad de Osuna, y era muy bien hablada). Txus se encaminó hacia donde Lázaro se encontraba tendido, y arrodillándose acercó su cara a la de Lázaro, retirándola inmediatamente, ya que expelía un olor exacerbado a Manzanilla(3). Txus dijo a Pedro: «Pedrito, llégate a la maquina y saca una botella de agua». Pedro entrego la botella a Txus, quien quitando el tapón arrojo su contenido a la cara de Lázaro, a la vez que decía: «Lázaro levántate y anda «pa» tu casa a dormir la borrachera». Dicho esto Lázaro, se levanto del suelo, y apoyado en los hombros de Marta y Maria abandonaron el recinto ferial en dirección a su casa. Marta, profundamente agradecida le dio a Txus su numero de móvil, para que le llamara cuando quisiera, según el acerbo popular, repito, según el acerbo popular, Marta quería rememorar los «rocecillos» habidos en Utrera.
Notas aclaratorias:
(1).- esmayao: hambriento, dicese del que hace tiempo que no ingiere alimento solido.
(2).- costo.– hojas y cogollos de marihuana preparados para ser fumados, eso si, marihuana terapeutica.
(3).- Manzanilla.- En la region donde se desarrolla la acción el termino manzanilla no hace alusion a la infusión de Chamaemelum nobile, si no a un tipo de vino festivo, facil de ingerir, y que por este motivo ha de ser degustado con moderación. Su disolución en refresco de lima-limón se denomina Rebujito.