El tercer galardonado es el elegante señor sin gafas, pero con corbata roja.
Nacido en Cádiz en 1956 y dotado, ya desde joven demostró cualidades para la nanotecnología. A los 21 años fundó la primera nanochirigota de los carnavales. Con los pingí¼es beneficios subvencionó la creación de otras 3 nanochirigotas para el carnaval, todas bajo su apadrinamiento.
Destacado ‘luthier‘, se le atribuye la invención del nanobombo y la nanomurga, así como de la nanobandurria. Dedicado en plenitud a los carnavales compuso varios pasodobles hoy extensamente conocidos como:
- «Hoy no me puedo levantar, tengo nanoresaca»
- «Mamma mía, que pedal»
- «Waterloo, nanoborriquito como tú»
- «19 días y 500 nanonoches»
Hoy, al conocer el fallo del jurado, aseguró: «Pisha, no conoco a ninguno de etos cashondos, pero el trofeo me lo llevo yo pa mi casha, ele!»